Como la Tierra gira diariamente sobre su eje,
las estrellas parecen girar en trayectorias circulares alrededor de uno
de los polos celestes.
Dependiendo de la latitud del observador en la Tierra, algunas
estrellas - las circumpolares – están lo suficientemente cerca del polo
celeste como para permanecer continuamente sobre el horizonte, mientras
que otras estrellas se hunden en el horizonte durante una parte de su
recorrido circular diario, por último, otras se quedan de forma
permanente por debajo de el horizonte. Las estrellas circumpolares
parecen estar dentro de un círculo que está centrado en el polo celeste y
tangente al horizonte. En el polo norte
terrestre, el polo norte celeste está directamente sobre la cabeza, y
todas las estrellas que son visibles son todas las estrellas del
hemisferio norte celeste y son todas circumpolares.